PROTAGONISTAS – JOSÉ MARÍA GONZÁLEZ PALAREA

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S.R. – domingo, 29 de noviembre de 2020

«Nos acaban de conceder la gran medalla de oro del certamen internacional de Bruselas como revelación internacionaldel vino que elaboramos»

José María González Palarea – Foto: R.S.

El trabajo de producir vinos que lleguen al corazón y sacudan el alma, como alguien con acertado tino comentó, lleva consigo un savoir faire muy relevante en ideas y objetivos. Lo sabe muy bien, lo ha realizado y conseguido con un reconocimiento contrastado y reconocido, José María Manzanares Palarea, (Tobarra, 11 de septiembre). Nombre y apellido con solera como el vino que logra este bodeguero en sus tierras de Horna. Ciertamente muy acreditado.
Su infancia transcurrió siguiendo los destinos de su padre, maestro de profesión que con noventa y cuatro años sigue las incidencias vitales de sus doce hijos. «Ayna, Alcadozo, Isso, Tobarra, Las Anorias fueron lugares donde transcurrió mi primera infancia y mis primeras asistencias al colegio de mi padre, luego pasé al Instituto Laboral de Hellín. Encontré mi primer trabajo en una empresa del País Vasco ubicada en Quintanar de la Orden como vendedor de andamios y puntales metálicos en Albacete y Cuenca. Se me dio bien, por lo que me trasladaron para abrir una delegación en Almería donde con mucho esfuerzo logramos aumentar las ventas», comentó José María Manzanares.
En este nivel de éxito laboral, siguió dirigiendo esta empresa en la zona levantina y Castilla-la Mancha asociándose con ella. «Posteriormente abrí un negocio propio en Albacete de venta de materiales y maquinaria de construcción con una amplia variedad de productos que me fue bastante bien con la ampliación del negocio en naves que adquirí en Campollano».
Pero, tras este éxito innegable, surge lo que denomina «el misterio de la crianza del vino» implícito en su mente desde muchos años atrás cuando su abuelo se dedicaba a estas tareas. «Nos enteramos de la venta de una finca en Horna que compré por varias razones. Seguí la estela de mi abuelo, puse en esa finca una hectárea de viñas para aprender a hacer vino para mí y mis amigos. Tras ocho años, planté más viñas y abrí una bodega. Tuve el apoyo y las enseñanzas de un enólogo de Tarazona de la Mancha, quien me dijo que en esta finca salían unos vinos muy diferentes con más color y más aromáticos, ya fuera por el tipo de tierras, altitud. El primer vino que se hizo fue en el 2004 con la marca Palarea comenzando su venta. Es un vino tinto con un año de barrica, vendimiamos a mano, llevamos las uvas a la bodega para pasarlas por la mesa de selección y lo hacemos con procedimientos propios, por lo que extraemos mejor los colores y los aromas. Nuestros vinos son diferentes y muy suaves», apuntó José María Manzanares.
Tras estos logros llegan los triunfos internacionales. «En 2004 ganamos la medalla de oro compitiendo con tres mil marcas en un concurso en Hong Kong, que hemos vuelto a ganar en tres ocasiones más. En Miami y Washington obtuvimos también la medalla de oro y en el concurso mundial de Bruselas hemos ganado cinco medallas de oro y dos de plata y el pasado mes nos han otorgado la gran medalla de oro por la revelación internacional de vino biológico, elegido por la novedad de ser ecológico y en Alemania logramos la medalla de oro en el concurso Mundus vini, uno de los más importantes del mundo. Estamos ganando más premios internacionales de vinos desde que los hemos hecho ecológicos», subrayó José María Manzanares. Ahora, le llueven las peticiones desde numerosos países importantes del mundo, especialmente en China.
El bodeguero albacetense ha triunfado rotundamente con sus vinos y ha hecho realidad con su trabajada calidad la idea de Pablo Neruda cuando afirmó que «el vino mueve la primavera, hace crecer como una planta la alegría. Caen muros, peñascos, se cierran los abismos, nace el canto».
José María Manzanares Palarea lo hace posible porque es un triunfador nato. Acierto pleno.