DESEMBARCO DE TRIPULACIONES BUCANERAS Y CORSARIAS

DESEMBARCO DE TRIPULACIONES BUCANERAS Y CORSARIAS

La nave al corso de la cortijá murciana, donde a dedo sexual limpio iza el gallardete de su capitanía el Lorzas, al modo tradicional que se utilizaba en el Caribe cuando los piratas habían logrado una seguridad económica de vida, desembarcaban, según trato realizado a bordo en la mar, aprovechaban alguna feria bien en Portobelo, Riohacha, La Habana, Sevilla de Jamaica, o Riobamba, para perderse entre las gentes.

Un modo similar, caso de la Cortijá Murciana, donde al margen que los desembarcados del amasijo gubernamental cortijero murciano, pasan, según los dichos de los culicagaos independientes de la subvencionada prensa, pese a sus más que enormes valores cívicos y de conocimientos cuando forman parte de la tripulación del Lorzas, antes de otros grandes presidentes a los que le debemos lo mucho de la nada menguada en lo que nos han dejado, a diluirse entre las gentes, sin responsabilidad política alguna, en la dictadura política que nos está poniendo en el límite.

Visto desde fuera que es donde vivimos las gentes, el entrar a formar parte de un gobierno y hacer lo que te salga de los compañones, a lo más que te puede conducir cuando te vas o te echan, o te imputan, es que dentro de la pamplina política, cuando te diluyas en la feria y pases a ese lugar misterioso donde viven y se refugian los políticos donde nunca más se les vuelve a ver ni en las colas para vacunarse, esa oposición a no se sabe qué, te reñirá un poco, y, colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Está claro que en algo hemos avanzado. Y así como bajo las dictaduras militares anteriores no había pelotas a decir que el generalote tal, que iba a ser sustituido por otro, lo había hecho muy mal, y pasaba a aquella reserva inversa a la calidad de los vinos y de otros productos de alimentación, ahora en la actual dictadura política, cuando un tripulante se marcha, caso del que se acaba de desembarcar aportando su granico de arena a que la cortijá supere en su deuda pública, probablemente próximo a los veinte mil millones de euros, no se sabe para qué, se le riñe un poco y, asunto cerrado y pajaricos a volar.

Y siguiendo con la visión desde fuera de lo avanzado con esta dictadura política, que tantas satisfacciones está dando a sus protagonistas, los que caminamos con el código de barras ya caducado, recordamos, unas veces con ternura, la mayoría de las veces con rabia, aquella España que se hizo entre todos nosotros con un Instituto Nacional de Industria, INI, poseedor y dueño de un centenar de grandes empresas estatales, telefónica, bancos, energía etc. etc. que le proporcionaban a los gobiernos unos grandes ingresos y, como consecuencia, había que pagar menos impuestos.

En la dictadura política actual, al margen de que resulta vergonzoso e indignante que no exista la responsabilidad política del cargo y, con levantar el culo del sillón se acabó lo que se sisaba sin más, hemos llegado a un peaje de impuestos insoportable que, como al parecer no hay mal que por bien no venga, el ver ya tan descarado la impunidad con la que los corsarios y bucaneros desembarcan, a la fuerza hay que tomar medidas desde el pueblo.

Me quema mucho la sangre saber que en el entorno del asesinato del Mar Menor Muerto, encima se están enriqueciendo gente, y la pasividad popular ante un hecho tan grave la única repuesta que se escucha es seguir con las mismas tácticas que en menos de cincuenta años han convertido a una laguna de trabajo y de futuro, en algo peligroso y demencial.

Para logar todo eso, ha habido que trabajar en la línea de convertir la cortijá murciana, por el momento, en la comunidad más analfabeta de toda España. Y el paso siguiente hasta llegar a la miseria y la emigración en masa, algunos sabemos con la velocidad que se llega.

Salud y Felicidad sin covid. Juan Eladio Palmis.

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