LA TRINCA, UNIDOS, JAMÁS SERÁN VENCIDOS

LA TRINCA, UNIDOS, JAMÁS SERÁN VENCIDOS

Así lo pensaron; y así les va saliendo. Y sin faltarle nunca bailaguas a su alrededor ensalzando su buen hacer y su mejor pintura negra para intentar, y lograr, ocultar hechos en contra de sus enemigos: nosotros la gente.

Porque esa unión contra toda natura política de tres partidos que junto con sus guiñoles de cabecera se están atragantando en el afanar sin que nadie les diga nada; a lo más alguna pequeña regañina mensual, no han movido un dedo, ni lo moverán, en nada que no beneficie a las empresas extranjeras ubicadas en Cartagena, incluidas las sectas religiosas.

Allá por los años cincuenta del siglo pasado, recién España de haber tenido los mejores reyes del mundo, las mejores bendiciones apostólicas de Roma, las mejores intercesiones de vírgenes pueblo a pueblo; el ejército y la marina también mejores del mundo; el imperio hacia dios más extenso que nunca vieron los siglos, en las cuevas de Lo Campano, Los Barreros, Los Mateos y San Antón, y en muchas casas cartageneras, la electricidad era, en las cuevas nula, inexistente, y en las casas dos o “tres peras” en cuyos cables colganderos las moscas solían tener su retrete.

Pues bien, el fértil y hermoso Valle de Escombreras con abundancia de terrenos ejidos municipales cartageneros, se sacrificó enterico no para que Cartagena tuviera electricidad y comodidades de conformidad con los tiempos que corrían, sino que en desprecio absoluto por sus vecinos y detrimento del aire y de la calidad ambiental cartagenera, la ciudad, para que el resto de España viviera de conformidad con los tiempos modernos, la convirtieron en la ciudad más contaminada de España; y, aunque no regalaron pulsericas con la bandera de España para lucirla, sin llevarlas, sí que daban unas ostias como panes, simplemente no por protestar, sino por llevar el pelo largo.

Y todo eso no es tiempo pasado; es actual. Porque resulta que toda España ha evolucionado menos Cartagena, donde todas las empresas que nadie las quiere en su ambiente urbano, en nuestro querido ayuntamiento, al trato de la feria laboral: “Tú colocas a mi prima en lo tuyo; y yo hago lo mismo, en lo nuestro, con la tuya. Y hay que insistir en lo importante que es para Cartagena una empresa así…. Y por lo demás, ya nos apañaremos”.

Cuando el “¡A por ellos!” de los catalanes, que tanto se habló de empresas que se marchaban de Cataluña, no recuerdo que el Lorzas y su tripulación de tiñalpas encorbatados y peinadas de peluquería, pidieran para que en Cartagena, se residenciaran las sedes sociales y operativas de las empresas que, con cuatro directivos del opus-pus y otras imposiciones, con el modernismo tecnológico actual, todos los turnos de trabajadores que van a trabajar al Valle podrido de Escombreras, caben en un solo autobús, y sobran plazas.

Y dentro de ese terrible voto de obediencia a los poderes de fuera de Cartagena, desde la propia ciudad, desde su ayuntamiento, no solo es que llevan años utilizando a las contaminantes empresas que nadie las quiere en su término municipal solamente para resolver sus asuntos familiares particulares; y, a cambio, siempre están a favor de la empresas y en contra de los vecinos cartageneros, incluso al parecer, perdonándoles el pago de impuestos a las empresas, y por supuesto, sin pedir ninguna compensación económica para la ciudad, por fuera de las familiares personales de los políticos.

Y resulta, encima, que la energía, se “genera en Murcia”, y de la mierda que tragamos y respiramos en Cartagena, nadie toma nota.

Gracias, cojonicos. Mirad a ver si podéis montar algún otro partido político, que no tenemos bastantes. Si, si, otro que diga gritando lo de Cartagena provincia en el bar, con una servesica en la mano, y, trajeado, prosesionando.

Salud y Felicidad Sin covid. Juan Eladio Palmis.

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