LO QUE NOS ROBAN LOS PARTIDOS POLÍTICOS Y EL CLERO

LO QUE NOS ROBAN LOS PARTIDOS POLÍTICOS Y EL CLERO

Hace ya mucho tiempo que se dejó de hablar de la financiación de los partidos políticos y de la financiación del clero; y, ninguna de las dos camadas, insensibles a los avatares sociales del resto de la población, como les sobra el dinero público y la libertad de hacer con él lo que les sale de sus, más que utilizados, ortos, se mantienen callados en unos silencios vergonzosos y vergonzantes, que tarde o temprano tendrá que reventar.

Aunque dan la apariencia los medios trompeteros y las declaraciones de los implicados en el abuso sistemático de la apropiación indebida de dinero público sin justificar, que la deuda española no tiene límite; que es indefinida, como ya no se pueden pagar ni los intereses que genera en el mercado la citada deuda, y ningún estamento quiere bajarse de la burra y cada vez roban y despilfarran más, el resultado final, para nuestra desgracia, solamente puede tener un camino, que los que tenemos la obligación de acabar con toda esta locura letalmente desestabilizadora, el pueblo, las gentes, estamos inmersos en las “servesicas” y en el comentario de los bien o mal de los nuevos bañadores de “hilo cular”.

Los millones por aquí; los millones por allá, en un incontrolado baile de locura, sin pasar, por ejemplo, de las lindes de la Cortijá Murciana, es probable que hayan doblado ya en la realidad lo escandalosa cifra impagable de dos veces diez mil millones de euros, sin que se sepa dónde han ido a parar parte de ellos, porque el grueso, la mayoría de esa cantidad fabulosa de dinero, descansa entre Suiza, Gibraltar, Andorra, El Vaticano, y el Caribe, a nombre de padres y madres patrios, locales, regionales y nacionales.

Tanto los ingresos económicos por la aportaciones de los fieles al clero, como la de los afiliados a su ideología política, en el caso primero, el clerical, la ventilan los altos mando eclesiales en una hora; y en el segundo caso, en el de los partidos políticos, los secretarios generales o los presidente de los diferentes y abundantes partidos para la nada simple de joder la convivencia, también la ventilan en horas, Por lo que los muchos millones que ambos elencos de clara y manifiesta inutilidad, se están aprovechando en un silencio de bandoleros de millones y millones de euros que no tenemos y van a la deuda.

Y todavía hay gilipollas a jornal, que les llaman los míos.

Salud y Felicidad sin covid. Juan Eladio Palmis

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